El montañero y aventurero almeriense Javier Campos Duaso ya se encuentra en Nepal con el objetivo de convertirse en la primera persona en completar la Alta Ruta del Himalaya en temporada invernal. Se trata de una ruta que sólo cinco personas, y en estaciones más benignas, han completado.
La ruta recorre todo el Himalaya nepalí, completando un total de 1.800 kilómetros, durante los cuales tendrá que atravesar unos 20 collados de más de 5.000 metros y dos de más de 6.000. Para cumplir su objetivo, Campos comenzará a caminar el primer día de invierno, el 21 de diciembre y espera concluir la ruta en, aproximadamente, tres meses.
Para conocer un poco mejor su aventura y sus motivaciones, que mejor que leer las palabras del propio Javier justo antes de partir:
“Las montañas más altas del mundo son mucho más que cimas de roca y hielo en los límites de la tierra. Un breve vistazo a cualquier fotografía te pone en situación. Nadie es ajeno a la grandeza de un ochomil, al vértigo de una pared de hielo, a la profundidad de los valles del techo del mundo.
“Pero si algo ejerce un magnetismo incuestionable sobre la gente con ansias de aventura, es la cultura del Himalaya. La mezcla de religiones, etnias y paisajes, conforma un collage que embruja desde el primer minuto. Aún recuerdo la primera vez que pisé Kathmandú. La excitación de los olores y los colores, los vendedores callejeros… Templos milenarios se mezclan con elementos de consumo como las ropas de marca o las últimas novedades musicales. El caos se transforma en algo atractivo y pasa a formar parte del conjunto…
“El Himalaya es mucho más que Nepal, pero Nepal es el Himalaya. Kathmandú es sin duda la tierra prometida, el Shangri La de los amantes de la montaña. Una vez llegué hasta allí y mi corazón se quedó para siempre… Desde entonces, he peregrinado una y otra vez poseído por la belleza de la estética de ese país, pero también absorbido por la magia de las gentes que pueblan ese entorno agreste, difícil, maravilloso.
“Hace dos años, me encontré por casualidad con una línea pintada a trazos sobre el mapa de Nepal. Recorría el país de un extremo a otro atravesando los pasos de montaña más altos del mundo. La línea también cruzaba algunos de los valles más desconocidos del Nepal. Lugares en los que el tiempo se detuvo hace siglos y aún es posible vivir la exploración en estado puro. La posibilidad de conocer a las gentes que habitan ese paraíso, hizo de la idea una obsesión, y de la obsesión un sueño.
“A unas horas del inicio de la aventura, casi de repente, me topo con una realidad que a veces pasamos por alto. Cuando algo merece la pena y luchas por ello, el milagro es posible. El sueño toca a la puerta y se abre un mundo ilimitado de posibilidades…
“No sé lo que ocurrirá durante los próximos 3 meses. Me esperan casi 2.000 kilómetros de senderos entre las mayores montañas de la tierra, caminando en solitario en pleno invierno del Himalaya, pero lo que más me emociona es la certeza de que al fin voy a descubrir cómo es la vida en el techo del mundo, cuando el frío se lleva a los turistas y deja que las cosas vuelvan a una rutina que, como un mantra, se ha repetido durante siglos.”
Para seguir la aventura de Javier, pueden ir consultando su página web.
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